lunes, 12 de mayo de 2008

El desierto...

Iba arrastrando los pies dejando un surco sobre las dunas para que alguien me pudiera encontrar. La fina arena matinal del desierto era sorprendentemente fría y acariciaba mis pies descalzos, el sol acababa de salir, creí volar entre las luces y sombras que el sol pintaba sobre ese paisaje sobrecogedor, rompiendo así el silencio ensordecedor con el aleteo de mis alas. Me sentí increíblemente pequeña mientras volaba sobre la inmensidad del desierto y observaba maravillada las formas onduladas y las texturas de las dunas, me sentía como un pájaro en libertad.

Debía seguir caminando, el tiempo apremiaba, no tenía agua, quería llegar a un oasis donde encontrar el agua que tanto necesitaba. Empecé a desesperarme porque el sol cada vez estaba más alto y calentaba más, aceleré mis pasos, entonces apareció allí a lo lejos, allí estaba el oasis, empecé a correr pero parecía inalcanzable, parecía estar cada vez más lejos... caí sobre las dunas estaba cansada, agotada, entonces una tormenta de arena se levantó, en segundos me vi cubierta por esa arena que tanto me había maravillado, no podía respirar, era una sensación realmente horrible, la inconsciencia se iba apoderando de mí, de repente apareció alguien que me salvó de tal infierno, me abrazó y la arena empezó a disiparse, cuando por fin pude abrir bien mis ojos y observar mi alrededor, me di cuenta que estaba en un oasis, en mi oasis.

Cuando pienses que ya todo está perdido abre bien los ojos y verás que siempre hay una mano amiga dispuesta a ayudarte a salir del desierto que, muchas veces, nosotros mismos nos creamos.


Dunas de Erg Zevi (Marruecos)

sábado, 10 de mayo de 2008

En la orilla...

Me senté frente al mar, cerré los ojos y empecé a soñar mientras el agua humedecía y enfriaba mis pies, soñé con un mundo mágico donde solo existe el amor, recorrió por mi mejilla una lágrima hasta llegar a la altura de mi corazón y su calor hizo que se evaporara. Abrí los ojos y observé una imagen tan mágica como lo eran mis sueños, mis pies estaban fríos pero mi alma desprendía calor, el mar se retiraba, perdía fuerza y se quedó en calma, me vi reflejada en el mar y mi reflejo me sonrió, sentí su felicidad, mi felicidad.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Decisión...

He decidido darle un cambio a mi blog y será tan solo sobre mis sentimientos expresados a través del arte que más amo, la fotografía y algunas letras para acompañarlas.