miércoles, 28 de septiembre de 2011

Soñarte de nuevo...

Suena...

Salí en busca de paz, fui a aquel lugar donde el agua, los pájaros y el verde de los árboles, hacen que parezca que vivo un sueño, tal vez le haya perdido el sentido a mi caminar, pero no he perdido el amor por la naturaleza...

El pantano, mi pantano, ha bajado su caudal de agua, la tristeza me invade, creo que este lugar empezó a morir junto con lo nuestro, ya no está nuestra magia aquí y este lugar muere sin esa magia, pienso... “no more tears”…


Prosigo mi camino, con el móvil desconectado, quiero sentir y vivir el cantar de los pájaros, sin nada que me distraiga.

Me cruzo con una familia.
-       Hola!- les saludo pese a estar algo huraña.
-       Hola, ¿está muy lejos el pantano?
Observo, dos niños corretean a su alrededor…
-       15 minutos – les contesto, pues los niños aunque tengan una energía asombrosa caminan despacio, cuánto desearía que mis pasos fueran más pausados, cómo me gustaría volver a esa niñez donde las prisas no tienen cabida, tal vez así aún disfrutaría más de mis momentos.
-       Gracias!

“Buen Camino” les iba a decir y solté una carcajada que sólo yo pude escuchar.

Vuelvo a emprender mi camino, de repente, entre tanto verde vislumbro una flor rosa sobre una piedra… debe ser mi imaginación!! Parpadeo varias veces y sacudo mi cabeza para aclarar mi vista, como si fuera un espejismo lo que estoy viendo, pero la flor sigue en el mismo lugar, era la rosa, aquella que me acompañó durante el “Camino de Santiago”, no puedo creer lo que mis ojos están viendo.

-       ¿Javi? – Nadie contesta (pienso apenada)

Cojo la rosa, en realidad mi mano está vacía, pero yo veo la rosa en ella, con su tallo entre mis dedos, la llevo a mi nariz, cierro los ojos para así, anular mi vista y concentrar mi sentir en el olfato… mmmm… ese aroma… cuánto lo echaba de menos...

Noto una presencia… alguien me abraza, suspiro… percibo tu magia, la magia que nos acompañó en nuestra primera conversación, sé quien eres… Javi...
-       Hola amor… - me susurras…

No quiero abrir mis ojos, quiero seguir sintiéndote, cuando abra los ojos ya no estarás, y vuelvo a soñarte… caminamos cogidos de la mano por mi pequeño-gran paraíso...


Y tu alma me hace olvidar lo que la mía arrastra en pena, un amor idealizado que me hizo morir en vida, acaricias mis brazos desnudos y con cada caricia mi corazón va cicatrizando sus heridas, respiro tu aire puro y mi ansiedad desaparece. Mis ojos continúan cerrados, tocas suavemente mi cara, mis labios, acercas tu boca a mi nuca y me susurras...

      -       Te amo… abre los ojos...

Una lágrima cae por mi mejilla, despierto de mi sueño, la tristeza me abruma, ahogo un suspiro, dejo salir por mi boca un sonido de dolor y es que te volví a soñar y te volví a perder… cerraré los ojos para soñarte las veces que lo necesite, pues sanas mi alma… así que, deja que vuelva a escribirte en el lugar que volví a soñarte, “chico de Almuña”.


 

viernes, 16 de septiembre de 2011

No more tears

Las letras se juntan, corren, vuelan, un paseo entre mis pesadillas me devuelven el olor de la verdad, la verdad que destapa la mentira.

Y quiero escapar, escapar de un mundo que no es el mío, de un mundo que duele, que te apuñala, que desgarra tu piel, quiero correr sin rumbo, sin destino final, quiero correr sin que nadie escuche mis pasos, sigilosamente y pasar desapercibida. No duele el dolor, duele este sentimiento cruel que no forma parte de mí, duele este sentimiento creado por tus dudas sin fin...

Tus palabras son puñales que se clavan en lo más profundo de mi ser, tus hechos están grabados a fuego en mi corazón.

Duele abrir los ojos, duele ver todo lo escondido, dolor inmerecido, ya no más palabras, punto y final… en mis ojos ya no se refleja nuestra magia, sino el dolor de un odio construido…

No more tears, no más lágrimas por aquellos que nos hacen sufrir, no más lágrimas por aquella persona que duda de ti, de mí, de su existir.

No more tears...


domingo, 11 de septiembre de 2011

Camino de Santiago II

Continuamos nuestro camino, las risas son protagonistas, como cada día que paso al lado de mi madre...

Paso firme, tu “visita” a mi vida me dio fuerzas para continuar pese a que el pasado apareció de nuevo en forma de e-mail, temo a cada sonido de mi móvil, pero… la rosa sigue conmigo, empujándome a continuar… empiezo a comprender cosas de mi presente que son dominadas por ese pasado y empiezo comprender, que no fue un error haberte amado, sino que fue un error haber puesto en tus manos, mi felicidad...

Mi rodilla grita!! Pero decido no escucharla, tan sólo escucho el sonido de nuestros pasos, el reír de mi madre, la felicidad que ella me contagiaba, las dos necesitamos este viaje y esa necesidad nos une aún más.

De repente, vuelvo a encontrar mis sentimientos en forma de flores, flores bañadas con gotas del rocío, allí está mi alma, en cada gota suspendida sobre esa bellísima naturaleza… siempre con el peligro de resbalar y caer al vacío, pendiente de un hilo, un hilo de emociones…


Alguien toca mi hombro mientras fotografío tal belleza… “se le cayó esto, bella dama” la rosa!! Siempre volvía a mí… curioso… “gracias señor, muchas gracias…” recojo apresuradamente la rosa y la llevo a mi nariz, su aroma seguía intacto, pero sus pétalos estaban mustios… el vivo reflejo del amor.

Por cada peregrino con el que nos cruzamos, imagino su historia, amor, desamor, tal vez alguna enfermedad, pero creo que lo que más nos invita a hacer el camino, es el desamor, la falta de comprensión ante tal sentimiento, ¿cómo puede acabarse algo tan hermoso? ¿cómo puede hacernos sufrir aquello que un día nos hizo brillar de felicidad? Tal vez sólo concebimos la idea del nacimiento del amor, pero no de su muerte y ello, nos lleva a caminar y caminar, casi sin rumbo, imagino que el Camino, marca ese rumbo que pierdes...

Javi me dijo que quien hace el Camino, vuelve, espero que así sea, mi alma va renovándose por momentos...

Disfrutamos de la belleza paisajística y fotografío cada rincón, para no olvidar cada paso dado…




- Hola! ¿Queda mucho para el albergue? 
- Naaada 200 metros!! 
- ¿Cómo miden los metros en Asturias? Eso nos faltaba hace más de una hora- dejo ir unas cuantas carcajadas y él me sonríe.
- Te llevo la mochila si lo deseas...
- No gracias! Llegaré...

Alma bondadosa que gritas sin emitir sonidos tu soledad, que linda sonrisa tienes (pienso), escúchame bien, tu soledad no es real, es sólo un sentimiento.

Seguimos el camino sin más... estoy deseando llegar al albergue, mi rodilla y mi tobillo están cada vez peor, necesito descansar, mi madre parece más joven que yo, admiro su fortaleza interior...

Por fin llegamos a nuestro destino, Javi, ya no está, sólo su recuerdo y mis sueños, creo que te volveré a soñar esta noche para poder recordarte con más fuerza...

Deja que te escriba y luego te sueñe, no quiero olvidar esos hermosos sentimientos que en mí provocas... “dulces sueños corazón, voy a dormir para recordarte, ya lejos estarás…”



 CONTINUARÁ...