Supongo que forma parte del protocolo y detesto los protocolos, supongo, que cuando una persona cae enferma y posteriormente fallece, toca decir a sus familiares, “ánimo, él ya descansa”. Pero ahora que lo he vivido, tengo que decir que él no quería descansar, él quería seguir viviendo, tenía unas ganas tremendas de seguir con vida, hasta el último momento. Antes de que lo sedaran, intentaba levantarse ayudándose de mí y de mi madre, gritando, "¡vamos! ¡vamos!", quería salir del hospital, quería seguir caminando, quería seguir respirando, lo que sus pulmones ya no le permitían y su corazón, su corazón seguía latiendo fuerte, siguió latiendo durante días, porque él, no quería descansar, él quería seguir y la vida se le fue apagando muy poco a poco.
Así que no, creo que nunca he llegado a decir “ya descansa” pero ahora estoy segura que esas palabras jamás saldrán por mi boca, porque hay personas, que no quieren descansar y la vida, les obliga a ello.
Él no quería descansar y espero que las personas aprendan a dejar de decir algo que ellas no saben si era así, porque él no quería descansar.
“Gracias” a él, a su fortaleza, esa de la cual yo no era consciente ni imaginaba que él (mi padre) tenía, he aprendido el inmenso valor que tiene la vida y que por mucho que suframos nos aferramos a ella por esos pequeños momentos de felicidad y que le dan sentido a respirar y a levantarse día tras día.
Eras fuerte papá y yo no lo sabía, ahora lo sé.
Tú no querías descansar.
Te echo de menos. Un beso al sol.