jueves, 5 de junio de 2014

Me abracé...

Suena...


Te abracé y la oscuridad se apoderó de mí, la penumbra de tu sentir nubló mi visión y se desvaneció todo aquello en lo que creí.

Te abracé, deseando detener el tiempo, mas no se detuvo y apretó fuerte en mi pecho un dolor inexplicable, otras veces sentido. Me miraste, vi tu alma vacía y me quedé sin aliento, dejé mis lágrimas secar al viento y reconocí ese abrumar de sentimientos.

Y caminé, para no mirar atrás, para ser dueña de mis propios pasos y que nadie se apoderara de mis sueños, de mis sueños que sueñan con llegar a ser.

Y caminé hasta llegar a mi camino, haré de cada rincón mi propio rincón y escribiré mi propio destino, para respirar aromas de felicidad y escuchar carcajadas que iluminen mi hogar y continuaré esperando caricias al alba, escuchando esas notas de piano que endulzan hasta los momentos más amargos y acompañan esa soledad, que sin desearlo, amas.


Me abracé y el tiempo logré detener.



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