viernes, 28 de enero de 2011

Un día de lluvia...

Suena...



Fue un día de lluvia… nada triste… solo pensativo… acudí a mi rincón buscando esa paz que no encontraba a mi alrededor, buscando esa paz que sólo encuentro frente al mar, mi mar, mi amado mar… te echaba de menos… decidí escucharte y tus susurros eran ininteligibles para mí, hoy, tal vez sólo hoy, porque mi corazón está inquieto…

La lluvia caló… liberé y desnudé mis pies, la fría y húmeda arena me hizo estremecer y se liberó así mi alma, la dejé volar… en mi sereno vuelo te encontré, lloré… no llores!! me dijiste y secaste mis lagrimas, pasé de largo, te dejé atrás, sin pensarte más… y lloraste, mas yo no sequé tus lágrimas… mi alma siguió su vuelo, llena de paz, de una inmensa paz y juré que nadie me volvería a arrebatar esa calma, mi calma, LA calma que inundó todo mi ser… mi soledad y yo, siempre cogidas de la mano… unidas, por alguna extraña razón, que quiero ignorar…

Frente a ti, mi amado mar, pensé… no me hizo falta escucharte, me hizo falta escucharme a mí misma y comprendí que la felicidad está en amarse a uno mismo y yo amo mi manera de sentir única e inalcanzable para muchos…

Mi mar… volví a ti… volví a mí… mi mar…

sábado, 8 de enero de 2011

El Tiempo...

Suena...


Me despierto cada mañana mirando mi reloj, viendo como pasan los segundos, posteriormente los minutos, las horas, los días y siempre con mi mirada fija en mi reloj, el tiempo pasa… EL TIEMPO… aquel que una vez tuve en mis manos y lo dejé escapar, no pude conseguir que parara… EL TIEMPO…

El tiempo que quise detener la primera vez que vi tu sonrisa…
El tiempo que quise detener la primera vez que me besaste…
El tiempo que quise detener la primera vez que entrelazaste tus manos con las mías…
El tiempo que quise detener en cada viaje que hicimos…
El tiempo que quise detener… y que se escapó…

Podría correr tras él, pero siempre va más rápido que yo… EL TIEMPO… corre en mi contra…

Y si vuelvo a preguntarte querido abuelo…

-       ¿Cómo hago para ir cogida de la mano del tiempo?…
-       No le persigas… deja que sea él quien aminore su marcha, deja que vuele libre y verás como esa sensación de que el tiempo pasa rápido irá desapareciendo, pues tu sensación de disfrutarlo irá en aumento…
-       Y cuando quiera que se detenga, ¿será posible conseguirlo?
-       Eso jamás querida nieta, pues perdería su verdadero significado, el tiempo es igual a felicidad, es igual a tristeza, es igual a sentimientos y perderíamos la esencia de ellos si paráramos el tiempo y los eternizáramos…
-   Así entonces, debo deducir que debería disfrutar de cada segundo de mi vida por ser único... debo deducir que jamás volveré a amar como amé en el segundo anterior, que jamás volveré a ser feliz, como lo fui en el minuto anterior, que jamás volveré a sentir lo que sentí ayer, así entonces, me propongo ser única a cada momento, pues seré diferente y sentiré diferente a cada segundo de mi vida...
-   Por supuesto...
-       Abuelo… ¿cómo es que sigo aprendiendo de ti en tu ausencia?
-       Ay querida, aún no te comprendes… hazme un favor, en vez de pasarte horas mirando el reloj, esperando a que pase algo, ¿por qué no te miras en el espejo y aprendes a ver tu interior a través de tus propios ojos? Algún día conseguirás ver esa maravillosidad que llevas dentro…

EL TIEMPO...