jueves, 18 de diciembre de 2014

Deja que me vaya...

Deja que me vaya, por donde vine tal vez,
o buscando otro camino de vuelta
que limpie mi manchada piel,
deja que me vaya,
y que la felicidad por mí sea bien hallada.


Deja que marche
deja que el camino conmigo dance
que la calma me despierte de este maldito trance
en el que caí por instantes.

Deja que me vaya
deja que cure mi alma
deja que ahogue tus gritos
y así queden en el olvido.

Deja que corra sin descanso
deja que me nutra del sudor
con descaro
que borre cada desgarro
que limpie este sinsabor
y de nuevo vuelva a sentir amor.

Deja que vuele
deja que me oxigene
deja que cure las heridas que escuecen
y maldiga cada momento vivido
entre caricias de amores
perdidos, sin sentido.

Deja que me vaya, por donde vine tal vez
limpiando mi manchada piel,
deja que me vaya...

viernes, 21 de noviembre de 2014

Despadazaste mi cuerpo...

Despedazaste mi cuerpo
como hiciste con mi alma
ríos de sangre que llevan recuerdos
palabras que amargan
y cuchillos que la muerte aletarga.

Cubriré con un manto negro mi pasado
correré hasta asegurarme que no sigues a mi lado
y lloraré lo aún no llorado
para proteger mi corazón oxidado.

Asesinaste mi esencia
mi amor por ti, mis risas
y ganó el miedo en presencia
cómo olvidar si eres alguien que no deja
que aparece con recuerdos que amargan mi existencia.

Llamas amor a aquello que apesta
que duele y molesta
que grita, que llora
y que deseaba que desapareciera con la aurora.

Amarte fue mi perdición
ahora debo buscar mi perdón
por permitir,
por soportar
por dejar de vivir
dejar de amarte ha sido mi salvación.

domingo, 12 de octubre de 2014

Silencio...

Silencio, le pedí a mi corazón que guardara silencio y calló durante un largo tiempo. Le pedí a mi corazón que silenciara el viento y me dejara escuchar tan sólo el ir y venir de las olas, y el viento calló, entonces escuché mi voz en susurros, en dulces susurros.

Silencio, le pedí al viento que rompiera el silencio para así despertar de un largo sueño, tocar con mis manos la frescura de las piedras, cada una de ellas testigo de historias pasadas, algunas inacabadas.

No hay huellas, así que aquí empezaré mi caminar, sin huellas que me conduzcan a un pasado y correré sin más, acompañada de una vida, aún por vivir.

Silencio, que nada ahuyente la paz sentida.
Silencio...


domingo, 14 de septiembre de 2014

Azul...

Azul, será por alguna extraña razón que escogí ese color, lo veo en el cielo, en el mar, el mar... creo que cada ola lleva un pensamiento de cada una de las personas que estamos aquí. No estoy sola, pero vine sola, es el espacio donde me encuentro conmigo misma, no tengo miedo a la soledad, a veces creo que me gusta demasiado, es dulce y placentera cuando la eliges, amarga y dolorosa cuando te la imponen, hoy es dulce, en este preciso momento no amarga y me invita a pensar, a soñar... la música me ayuda a no escuchar con claridad los sonidos que entorpecen escucharse a sí mismo, el niño que llora, el padre que le regaña.

Sé lo que me pasa, sé por qué me equivoqué, sé por qué luché hasta el agotamiento, lo sé, y aprendí que el amor no se lucha, que debe ser algo fácil dentro de su dificultad.

Veo el amor en las parejas que me rodean, a veces me entristece no haberlo tenido en mis propias manos, no haber tenido ese amor sano en el que yo creo y doy, él la mira, le habla con sus ojos, sobran las palabras, no son necesarias, yo olvidé las miles de sensaciones que te embriagan cuando alguien te habla de esa forma, como susurrándote con la mirada, te amo... me emociono al ver como la mira.

Azul, mi cielo es azul, jamás oscurece, no el que yo veo, no el que yo siento, sé volver a ser feliz, sé llegar al final del túnel, sé no dejar de sonreír aunque las lágrimas luchen por salir de mis ojos y escuezan como una herida abierta.

Mi cielo es azul, mi felicidad es azul, no cambia, no oscurece, mi mar, mi mar es azul, no cambia, sólo lleva consigo todas mis vivencias y dolores superados, porque pese a todo, soy y siempre, seré feliz!

Vuelvo a ponerme los patines, volveré otro día a este lugar, que me ayuda a pensar.

Azul...



jueves, 28 de agosto de 2014

Lo que espero...

Suena...


Se descubrió una mañana, un sol radiante salió entre las nubes, mientras aún escuchaba gemidos contenidos durante la noche, eran mis sueños deseosos de ser cumplidos.

Busqué en mi almohada aquello que un día dejó de ser y viajé, entre recuerdos que acariciaban mi cabello, pero… para qué recordar – pensé- lo que debo hacer es salir a VIVIR… vestí mi cuerpo que desnudo pasó una noche en desvelo, aún sin saber el por qué de la falta de mi sueño, calcé mis pies con cómodos zapatos, para recorrer calles sin descanso, me miré al espejo y dibujé una sonrisa que me acompañaría durante mi paseo y reí a carcajadas, pues no añoraba lo recordado. Maquillé mi rostro cansado y me aventuré, con mi cámara, a buscar lugares ya encontrados, lugares dónde anteriormente encontré sentimientos susurrados, calles que aguardaban secretos silenciados, pero sólo veía el sol, aquel radiante sol que supo brillar y salir de entre las nubes.

Busqué sin descanso, aquel lugar que removiera mi alma y me llevara a querer inmortalizarlo con mi cámara, mas el sol seguía radiante, cegando casi mi visión, ya mis piernas agotadas pidieron un alto en el camino, paré, me senté a la orilla de un río, apenas sabía cómo de calles empedradas aparecí en un lugar idílico, dónde los pájaros piaban formando la música más bella que jamás escuché, el viento enmarañaba mi fino pelo mientras con su silbido atemorizaba mis sentidos, y soñé olvidar lo vivido y soñé con carcajadas de niños que adornaban una vida repleta de encantos, encantos que olvidé durante más de un año.

De repente, escuché palabras que acrecentaban mis latidos, sentí, la sangre recorrer con fuerza mi cuerpo y amé cada segundo de ese instante vivido y lloré de la inmensa alegría que me embriagaba al cerciorarme, que volvía a reencontrarme, que volvía a sentirme, que volví, en mí. Volví a casa, dormí, soñé, de nuevo soñé y desperté con esperanzas renovadas, y es que lo único que espero de la vida, es vivirla, ¡con intensidad!



sábado, 19 de julio de 2014

Ella...

Suena...




Ella, pensaba que él la amaba de una manera pura, pero él caminaba cabizbajo con pasos apesadumbrados y la mirada vacía, de su mano el miedo se cogía, con un pasado que su espalda curvaba, sus sonrisas eran escasas y sus lágrimas demasiado presentes. Y ella, bella y sonriente, con una luz cegadora que siempre le acompañaba, con carcajadas de colores pintaba la vida y unos ojos repletos de sueños por perseguir, quiso enseñarle lo bonito de la vida, con el riesgo a perder la felicidad, porque le amaba sin más.

El camino se hizo largo y duro, apagando la luz con la que ella brillaba, mientras pensaba, “el amor no se grita, se susurra, el amor no se dice, se demuestra”. Ella, empezó su camino, cada vez más costoso, más doloroso, llenando sus ojos de lágrimas al anochecer y al alba, ya no podía levantar la mirada porque el amor fue contaminado por un pasado que a ella no le pertenecía y que acabó sobre sus hombros.

Ella, aferrada al amor de su bello corazón, ya inexistente, luchaba, soportaba, intentaba, y fue así que su luz se apagó por completo, cambiando su felicidad por infelicidad, por llantos incontenidos, por un amor enfermizo entre gritos desesperanzados e ira incomprendida, ciega ante la maldad de un corazón que no entendía la vida ni el por qué ella sonreía.

Y se perdió, entre la penumbra de lo ya vivido, entre decisiones desacertadas y el no poderse perdonar el llegarle a amar.

Ella, con el corazón hecho añicos, con ilusiones fulminadas y suspiros que añoraba, entre engaños que desgarraban, mentiras que le dolían, arrancó su sentir, sabiendo que así, volvería a ser feliz.

Ella, sonriente y bella, con una luz cegadora que siempre le acompañaba, empezó su camino de nuevo, borrando huellas para que el dolor, no le siguiera.

Ella, sonriente y bella, más por dentro, que por fuera, desplegó sus alas para volver a volar, libre y feliz.

Ella…


Volver a volar...

La felicidad depende de uno mismo.

martes, 24 de junio de 2014

Mañana volverá a salir el sol...

Suena...



Espero a que el sol se esconda, para caminar bajo la luz de la ciudad entre nubes bajas llamadas niebla, ya que es entonces cuando mi alma despierta y sueña con todo aquello que ama y quiere a su vera.

Suelos empedrados que a tiempos pasados me llevan, y me abruma, mientras me acompaña el sonido de las gaviotas cuando sus alas se despliegan y azotan el aire, con su vuelo rasante que amenaza con romper el silencio ensordecedor.

Son mis pasos los que me llevan, a un lugar que siento su espera, adornado con miles de flores cuyo aroma me resulta familiar, un aroma llamado paz.

Respiro todo aquello que me arrebataron en un suspiro, recuperando esa parte de mi ser que no debí perder, mientras el frío de la noche parece desaparecer y es que alguien me prestó su abrigo, mientras mis ojos permanecen cerrados sin poder ver esa alma bondadosa que pasa rápido y sigilosa, como el viento, tal vez sólo son mis pensamientos y sean mis propios brazos ese abrigo que tanto anhelo y espero.

¿Y si vuelvo a casa?, lejos de ese lugar que desprende ese aroma llamado paz y me llevo conmigo un ramillete de flores para plantarlas en mi jardín, tal vez sea más fácil que recorrer ese largo camino cada vez que necesite sentir ese abrigo, que da cobijo y ahuyenta el dolor aprendido, pero para nada asumido, ni compartido.

Sé que mañana volverá a salir el sol, quiero volver a casa para construir de nuevo mi destino, abrigando mi alma desde el olvido, recordándome a diario que aún queda lo no vivido y que será tan maravilloso como aquello que despertó mi corazón una y otra vez.

Y mañana, volverá a salir el sol, porque en mi cielo lo pintaré pese a estar nublado y jugaré con sonrisas sin pretender estar a tu lado, tan sólo, a mi lado.

Mañana, volverá a salir el sol igual que lo hizo hoy…


jueves, 5 de junio de 2014

Me abracé...

Suena...


Te abracé y la oscuridad se apoderó de mí, la penumbra de tu sentir nubló mi visión y se desvaneció todo aquello en lo que creí.

Te abracé, deseando detener el tiempo, mas no se detuvo y apretó fuerte en mi pecho un dolor inexplicable, otras veces sentido. Me miraste, vi tu alma vacía y me quedé sin aliento, dejé mis lágrimas secar al viento y reconocí ese abrumar de sentimientos.

Y caminé, para no mirar atrás, para ser dueña de mis propios pasos y que nadie se apoderara de mis sueños, de mis sueños que sueñan con llegar a ser.

Y caminé hasta llegar a mi camino, haré de cada rincón mi propio rincón y escribiré mi propio destino, para respirar aromas de felicidad y escuchar carcajadas que iluminen mi hogar y continuaré esperando caricias al alba, escuchando esas notas de piano que endulzan hasta los momentos más amargos y acompañan esa soledad, que sin desearlo, amas.


Me abracé y el tiempo logré detener.



martes, 4 de marzo de 2014

Quiero...

Suena:


Quiero sentirme libre para echarte de menos, recorrer las calles con mis manos vacías y sentir la falta de las tuyas, quiero respirar el aroma que tú no respiras, abrazar las estrellas y hacerlas mías, con un simple suspiro, sentarme al lado de mi soledad y escuchar de nuevo su susurrar, dejar mi pensamiento volar mientras mis propias manos acarician mi rostro.

Quiero llorar y echar en falta que seques mis lágrimas, volver a escuchar esa melodía de piano y perderme entre mis escritos, quiero correr y que nadie siga mis pasos, mientras busco tu caminar entre miles de personas.

Quiero respirar el aire puro que un día pude respirar, dejar de ahogarme en mi realidad y que cada sonrisa sea parte, de nuestra felicidad.

Quiero por fin mirarte a los ojos y ver llena esa mirada, de todas esas cosas maravillosas que tiene la vida, quiero verte caminar con paso firme sin mirar atrás, cerrar los ojos y recordar tu risa.

Quiero tener la oportunidad de echarte de menos, para así saber lo que es amarte de nuevo, a cada reencuentro.

Quiero...
 

domingo, 2 de marzo de 2014

Palabras de una poeta...

Amanezco entre sábanas sin sabores de sueños esperados, despierto después de una oscura noche de escuchas silenciadas con lágrimas pasadas, de la tranquilidad ansiada y el dulce amargor de las palabras. Me iré de aquí, con la música a otra parte, soñaré con aquello que tanto anhelo y que en mi camino aparece con recelo, alzando mi aparente vuelo a ninguna parte. Escribiré a mano alzada hasta sangrar esperando a ver florecer mis semillas plantadas. Descubriré, todo aquello que está por llegar y que el paso del tiempo me traerá, larga espera sin desesperos, larga espera de una lista sin fin, donde el amor es protagonista y la tinta de mis bolígrafos es mi alma que danza al compas de mi escritura, sintiendo y echando de menos y de más.
 
Sólo hay logros por los que luchar, risas que recordar y penas que olvidar y es que la vida me ha enseñado a ser yo, sin miedo a amar, sin miedo a perder, sin miedo a ser y sabiendo que sin querer, puedo ser mi amiga y mi peor enemiga cuando la paz se desvanece sin avisar.
 
Larga ha sido y seguirá siendo la escucha de mi corazón e intntaré que algunas palabras, sean filtradas por la razón.
 
Soy yo, sí, volví entre imágines que acompañan mis escritos...