viernes, 6 de abril de 2012

Luz...

Suena...



Se oye algo, a lo lejos… una canción que mi llanto no silencia, se oye algo, a lo lejos, una palabra que la mentira se adueña.

Sigo mis pasos apesadumbrados pero fuertes, sigo el camino con mi alma endurecida por las caídas y miraré atrás sólo para asegurarme de que allí continúas, y miraré atrás para no olvidar que un día, me fingiste amar.

Hay unas escaleras frente a mí, debo superar la oscuridad y llegar a la luz, me siento en un escalón y lloro por última vez presa de aquella oscuridad, grito mis lamentos por última vez, saco mi ira y mi furia, pego fuerte contra la pared de piedra y mis nudillos sangran, allí queda la marca eterna de mi sangre, dejé en el suelo tu regalo que manchaste de mentiras… descalzo mis pies, desnudo mi cuerpo, si quiero ir hacia la luz, debo empezar a dar mis pasos con la pureza de mi alma, sin pasado sobre mis ropas, ni sobre mi piel.

Me falta el oxígeno y la ansiedad bombea con fuerza mi corazón, grito de nuevo para así finalizar mi llanto y poso mis pies sobre la piedra del primer escalón, se clava con fuerza en ellos, mas aguanto el dolor, ya nada puede ser peor, pues mi corazón sangra junto con mi mano, me acerco a la luz, mi piel empieza a bañarse de un tono cálido, miro mis manos, la sangre se desvanece y la herida cicatriza, no debo mirar atrás, allí dejé mi dolor. Continúo subiendo, la luz ya ilumina mi rostro, cierro los ojos pues es cegadora, en el siguiente escalón ya todo mi cuerpo estará iluminado por el camino que escogí, mi último paso en la oscuridad ya lo di y atrás quedaste, como una sombra del pasado que jamás podrá entrar conmigo en la luz de mi camino, y ya por fin, mi cuerpo tembloroso por el frío intenso de la oscuridad, siente un calor indescriptible, se introduce por cada poro mi piel, y sin más me doy cuenta, girando mi cabeza, que no puedo ver más allá de aquel arco, ya no puedo ver lo que dejé de aquel otro lado, en el lado de la mentira, la desidia y el lamento, ahí quedaste, con todos lo buenos y malos recuerdos, bañado por tu propia oscuridad...

Volveré a cubrir mi piel con ropa nueva, volveré a calzar mis pies, ya sus heridas curaron, al igual que curarán las de mi corazón… es mi camino el que llené de luz, es el tuyo el que entre sombras quedó...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Como entiendo esos sentimientos,q mal se siente una...sobre todo cuando no comprendes nada de lo q pasa a tu alrededor.La vida solo tiene una salida...es vivir y mirar al horizonte.