Amanezco entre sábanas sin sabores de sueños esperados, despierto después de una oscura noche de escuchas silenciadas con lágrimas pasadas, de la tranquilidad ansiada y el dulce amargor de las palabras. Me iré de aquí, con la música a otra parte, soñaré con aquello que tanto anhelo y que en mi camino aparece con recelo, alzando mi aparente vuelo a ninguna parte. Escribiré a mano alzada hasta sangrar esperando a ver florecer mis semillas plantadas. Descubriré, todo aquello que está por llegar y que el paso del tiempo me traerá, larga espera sin desesperos, larga espera de una lista sin fin, donde el amor es protagonista y la tinta de mis bolígrafos es mi alma que danza al compas de mi escritura, sintiendo y echando de menos y de más.
Sólo hay logros por los que luchar, risas que recordar y penas que olvidar y es que la vida me ha enseñado a ser yo, sin miedo a amar, sin miedo a perder, sin miedo a ser y sabiendo que sin querer, puedo ser mi amiga y mi peor enemiga cuando la paz se desvanece sin avisar.
Larga ha sido y seguirá siendo la escucha de mi corazón e intntaré que algunas palabras, sean filtradas por la razón.
Soy yo, sí, volví entre imágines que acompañan mis escritos...
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