domingo, 1 de mayo de 2011

A ti mamá...

Por cada lágrima que secas, dibujas una sonrisa en mi rostro... hay luz en mí, tú me diste esa luz...

Cada vez que mi alma se estremece por el frío, cada vez que mi alma pasea entre el hielo, me abrazas deshaciendo así el hielo y apartando de mí el frío que me atrapa, con el calor de tu inmenso amor...

A cada paso que doy, estás ahí observando, cuidando por si caigo, para ayudarme a levantarme de nuevo... eres FUERZA…

Me enseñaste a sonreír, aunque la vida no me sonriera, me enseñaste a llorar cuando debía hacerlo, a sufrir cuando debía sufrir, a reír para ahuyentar el dolor… me enseñaste a sentir sin miedo, a querer sin miedo, a dar sin miedo a amar sin miedo, a amarme sin dudar… me enseñaste a ser yo, a ser lo que hoy soy… soy un reflejo de tu corazón puro…

Pintas mi vida de intensos y bellos colores, llenándola de una inmensa alegría…

No hay frío, no hay oscuridad, no hay lágrimas eternas para mí, me enseñaste a VIVIR sin temores… te quiero mamá eres mi oxígeno, eres mi LUZ…


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